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Pink Floyd y la ley de atracción

Reconozco que cuando escuché por primera vez sobre «La ley de la Atracción», me pareció una tontería. No calzaba con mi filosofía de que para conseguir algo había que actuar y me parecía que cualquier cosa que dijera lo contrario era una fantasía.

Hoy pienso lo mismo, creo que cualquier proceso de manifestación requiere un mínimo de acción, pero hoy sí creo en esta curiosa ley.

Este cambio de opinión surgió principalente por 2 motivos:

  1. En los últimos años he tomado varios entrenamientos y hecho estudios sobre temas espirituales que me han permitido entender mejor esta ley.
  2. He comprobado la ley de la atracción en mi propia vida, como una historia sobre Pink Floyd que te contaré a continuación.

Toco batería desde los 12 años y estuve en varias bandas de rock hasta aproximadamente los 30 años, cuando me retiré definitivamente de la música y me dediqué 100% a mi empresa y mi familia.

Un día, luego de varios años retirado de la música, se me vino a la cabeza volver a escuchar las canciones que me gustaban cuando era adolescente. Comencé a reflexionar sobre los talentos que había dejado de lado al abandonar la batería y sobre la música que me gustaba y que había dejado de escuchar por enfocarme 100% en mi desarrollo personal.

Así que decidí que cuando estuviera en la cocina preparando el desayuno ese sería mi espacio de «volver a la música«. No escucharía audios ni vería videos para mi crecimiento personal, sencillamente escucharía la música que me gustaba… pero había un problema, mi teléfono móvil sonaba muy bajo para eso.

Ahí llegó la primera de las señales «mágicas» de esta curiosa ley de atracción. Un amigo que había conocido hace pocas semanas, me regaló un producto que él vendía en su tienda. Se trataba nada más ni nada menos que de un parlante con una ranura superior para instalar el teléfono móvil y reproducir música!! Algo como éste:

Ahora ya podía escuchar música de manera decente, así que dije ¿Qué voy a escuchar? Pink Floyd. Es una banda que me gustaba mucho y que marcó a toda mi generación. Luego me pregunté ¿Qué disco de Pink Floyd voy a escuchar? y no lo pensé dos veces, «Pulse» fue la respuesta, ya que me amanecía en las noches mirando ese concierto en vivo en un canal de tv.

Llevaba un par de mañanas escuchando a Pink Floyd y ya me sentia completamente conectado con esa música y me dieron ganas de volver a tocar la batería. Los siguientes días comencé a ver la banda en todos lados. Mientras conducía me los encontraba en un autoadhesivo del automóvil de adelante, los escuchaba al entrar a una tienda, etc.


Bueno, hasta ahora nada mágico pues yo lo atribuyo al «Activador Reticular» (del cual hablo en otros videos y post), pero…

…a los pocos días recibí una llamada. Un tipo al cual no recordaba para nada, vivía en el barrio donde me crié y se consiguió mi número con mi papá. Me contó que había tocado conmigo hace 25 años!! en una de tantas bandas en las que participé.

Me comentó que había armado una banda tributo (de esas que tocan música de una banda famosa) y que necesitaban baterista.

Adivina de qué banda famosa era la música que tocaban…

…exacto.

Pink Floyd!!!!

Y luego de hablar durante un rato y preguntarle qué canciones tocaban, me dijo las del disco «Pulse»

A ver, a ver, ¿Qué estaba pasando? Me dan ganas de escuchar la música de mi adolescencia, escojo la banda y el disco, me regalan un parlante, veo a Pink Floyd en todos lados y me invitan a tocar en una banda que tocaba justamente eso?

¿Todo en menos de una semana?

¿Cuál era la probabilidad de que alguien que ni siquiera recordaba, me contacte después de 25 años para tocar jústamente lo que hace unos días me habían dado ganas de tocar?

En ese momento conecté varias cosas que me habían pasado (las que te contaré en otro momento) y que me ayudaron a verificar que la Ley de la Atracción sí existe.

Entonces, si la Ley de la Atracción era cierta, por qué tantas veces me había fallado?

Aunque la Ley de la Atracción existe, simplemente requiere algunas condiciones para que se cumpla. A continuación menciono lo que he estudiado y descubierto en mi propia experiencia.

Necesitas estar desapegado

El apego es una enfermedad mortal, de hecho debería ser tratado y cubierto por el sistema de salud. Y me di cuenta que cada vez que la Ley de la Atracción funciona para mi, estoy completamente desapegado de lo que quiero. Más bien estoy conectado con lo que quiero, que no es lo mismo, y eso marca una gran diferencia. Y aclaro este punto, estar desapegado no es que no te importe, es simplemente que puedes vivir sin ello.

Necesitas recibir

Cuando te llega eso que estás deseando, recíbelo! es increíble como veo gente que tiene deseos, anhelos y sueños, pero cuando se cumplen desconfian de ellos, piensan que es demasiado bueno para ser verdad, que algo raro debe estar pasando, o la típica frase «cada vez que todo va bien, algo malo pasa«, así que prefieren dejar ir esas oportunidades tan deseadas.

Necesitas estar conectado

Recuerdo cuando me llamaron para integrar la banda. Estaba conectadísimo con la música, me sentía dentro de un concierto, no estaba pensando «ojalá me llamara alguien«, ni revisaba el teléfono a ver si recibía una invitación. Si lo pongo un poco más siútico, cuando escuchaba «Pulse» yo era la música.

Necesitas ser correspondiente

Cuando conocí esta información me voló la cabeza. Todos atraemos lo que somos, lo que resuena con nosotros, lo que está en nuestra misma frecuencia, pero muchas veces deseamos algo que no nos corresponde.

Por ejemplo, si quieres un millón de dólares pero te quejas de tu bajo sueldo y no te gusta administrarlo, no te corresponde el millón, pues esta suma le «corresponde» a alguien disciplinado, inteligente y que le encanta administrar el dinero. Entonces la vida te dice «hasta que no te hagas correspondiente de ese monto, por más que veas la película El Secreto, no te lo voy a dar«

…y si te llega a pasar que te ganas ese monto, rápidamente lo perderás, pues no te corresponde «aún». Cuando recibí la invitación yo era correspondiente de una banda así. Me sabía las canciones, tenía muchos años de experiencia como músico, tenía mi batería propia y automóvil para transportarla.

De esta manera, son innumerables las experiencias que tengo para contarte respecto a este tema, y estoy seguro de que si tú reflexionas, también puedes contarme muchas ocasiones en las que te sucedieron cosas que tenían cero probabilidad de suceder.

De hecho, me encantaría que me las comentaras acá ¿Te atreves?

Te mando un abrazo y recuerda, haz de tu vida algo extraordinario.

Claudio.

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